
Cómo cruzar el Amazonas
(y no morir en el intento)
Escrito por Lauti Bustamante
Esta es mi historia de como crucé el Amazonas en barcos acompañado de mi moto 80 cc.
Yo venía de recorrer toda la costa brasilera en un viaje que llevaba cinco meses y en el que pasé de playas en playas, de ciudad en ciudad, en un viaje que hasta esa altura llevaba cerca de 8.000 kilómetros.
En Brasil, hay un punto en el norte, precisamente en Belén, en donde para salir del país Tenés pocas opciones: se puede ir hacia la Guyana Francesa (de la cual no tenía tanta información de como es); se puede volver hasta Bolivia o Argentina; o cruzar por el Amazonas en barco, literalmente por el río Amazonas hasta Perú o Colombia.
A esa altura me quedaba sólo un mes de visa. No conocía bien la ruta, pero por la poca información que tenía sabía que tenía que ir con tiempo. Le dediqué cerca de un mes.


A veces te encontrás con gente que está haciendo viajes similares. Conocí a una pareja de un argentino y una colombiana que viajaban en una camioneta, y con ellos cocinábamos a veces. También conocí a un matrimonio brasilero que estaban haciendo el mismo recorrido.
Una vez que llegas a Manaos tenés que embarcarte con rumbo a la triple frontera formada por Perú, Colombia y Brasil. Es el famoso Leticia. Para ello debí tomar otro barco que me llevó durante siete días. Afortunadamente había descansado durante cuatro días en la casa de un amigo, allí en Manaos.
Una vez más debí pelear por los precios. Buscar entre distintas alternativas hasta que logras dar con la que más te conviene. Ese día llegás al puerto, te suben la moto al barco y comenzás de nuevo.
Lauti Bustamante
Montecristo, Córdoba, Argentina
Honda XR 80 cc
@coraje_80cc


Entre las recomendaciones que podría dar están primero el estar atento. Atento a los precios, los cuales varían. También estar muy atento a los robos, ya que son lugares de mucho tránsito circunstancial. Desde el lado de Brasil no tuve malas experiencias, pero al llegar a Perú me quisieron robar dos veces el celular, también me hicieron un tajo en la mochila. Esto se propició porque el barco llegó de noche y había de bajar si o si, y bajar la moto, y en ese trámite aprovechan. Hay que estar muy atento con quienes te pretenden ayudar a subir la moto ya que es muy riesgoso a que te roben. Me pasó una vez que tuve que pagarle a alguien para que me ayude a subir la moto a la lancha mediante unas maderas (porque quedaba lejos de la orilla) y terminé discutiendo porque después me querían cobrar mucho más caro de lo que me habían dicho. Hay que tener mucho cuidado. También al llegar a los distintos pueblitos sucede que sube gente del lugar al barco para vender cosa, y uno debe tener cuidado con sus pertenencias.
La aventura fue llegar a Belén, ir al puerto y empezar a averiguar que barcos salían desde allí. Existen bastantes barcos que salen cada 24 o 48 horas, algunos de pasajeros y otros de cargas (cerveza, arroz, etcétera). Comencé entonces a buscar precios. Negocié con varios barcos porque siempre intentan cobrarte más al ser evidentemente extranjero, y así logré armar mi viaje.
El primer barco me llevó desde Belén hasta Manaos, lo que llevó cinco días de viaje. Hay que estar conscientes de que no es un viaje común. Por ejemplo, en el barco no te dan comida, aunque es posible comprarla, pero a precios elevados. En mi caso sólo almorzaba y después me la pasaba comiendo galletas.














El barco es hermoso. Tenés lugar para colocar tu hamaca paraguaya y descansar todo el día. El barco circula despacio y tenés el Amazonas de fondo para disfrutar. Si bien se escucha ruido a motor, no es molesto.
Entre la fauna que pude apreciar me llamaron mucho la atención los delfines, sobre todo llegando a Leticia, en el segundo y tercer barco. Si se presta atención a las entradas del río hacia la selva se pueden ver paisajes hermosos, tanto al amanecer como al atardecer.
El río Amazonas tiene partes muy anchas, cerca de 20 kilómetros, de hecho, no se llega a ver la otra orilla desde el barco.




Durante el viaje del segundo barco conocí a 7 personas que viajaban de mochileros, 6 eran franceses, otro israelí. Eso hizo que el viaje sea más llevadero, además este segundo barco disponía de comida. A pesar de haber sido un poquito más caro, fue uno de los barcos más lindos en los que viajé. Es importante tener en cuenta que la moto paga otro pasaje, es un poquito más económico, pero siempre paga aparte.
Desde Manaos a Leticia suele ser más caro. Generalmente el barco para en distintos puertos para bajar y subir mercadería, y en ese momento uno puede bajar. Son pueblitos muy pequeños que no tienen ningún tipo de comunicación excepto el agua. No existen rutas. Es una muy linda experiencia.
Desde Leticia uno puede cruzar a Perú. No hay comunicación, sólo se puede salir en barco o en avión, pero es más complejo. La opción es tomar un barco hasta Iquitos. Aquí el panorama es mucho más rústico. Los barcos son un poco más feos, la comida no es buena. De hecho en el último barco viajé solo, no había pasajeros, sólo mercancías transportadas, por lo que comía con la tripulación del barco. Comía todos los días arroz y fideos. El desayuno de los marino era una sopa con pescado, algo a lo que no estoy acostumbrado, me resultaba muy fuerte, pero no había otra cosa.
Ese último barco me alojó por 5 días. Todos ellos con arroz y fideos.
Desde Leticia tomé la opción de ir a Perú. Una vez que hacés la salida de migraciones de Brasil, entrar a Colombia no requiere de otro trámite, parece que existe una especie de convenio por el cual nadie te impide ingresar ya que se supone que vas a estar no más de 2 o 3 días en Leticia. Si vas a dirigirte hacia el interior de Colombia es obligatorio hacer el ingreso, pero en mi caso que me iba hacia Perú no fue necesario sellar el pasaporte.
Entrar a Perú requiere el ingreso no sólo de la persona sino también de la moto. En ese momento subís a otro barco, el cual demora 3 o 4 días en llegar a Iquitos. Desde allí sólo queda un último barco que dura 5 días.
En definitiva, mis números finales fueron: para pasajes en barco, gasté cerca de 450 dólares; el tiempo necesario para el recorrido completo fue de 21 días.


Cruzar el Amazonas es bastante exigente. Son muchos días. Pasé tres semanas durmiendo en una hamaca paraguaya y escuchando el ruido del barco. Pero la experiencia vale la pena, sobre todo si lo compartís con otras personas.
COMO CRUZAR EL AMAZONAS
Y no morir en el intento
Escrito por Lauti Bustamante (@coraje_80cc)

Visitá nuestras redes:
¡Hola! Soy Franco, fundador de Ralentí® Si vas a viajar en moto, y tenés alguna duda, podés ponerte en contacto conmigo... ¡Estoy para ayudarte!